ISSN: 2708 – 6631 / ISSN-L: 2708 - 6631 / Pp. 10 – 24

 www.propuestaseducativas.org

 

Clima familiar y su relación con la inteligencia emocional en los estudiantes de secundaria

Link between family climate and emotional intelligence in high school students

 

 

Esther Dacmer Huayhua Alarcón

estherdacmer2@gmail.com

https://orcid.org/0009-0008-9300-8138

 

Rodolfo Guarachi Ramos

rodolfo.guarachi@uab.edu.bo

https://orcid.org/0000-0001-5955-0849

 

Universidad Adventista de Bolivia, Cochabamba, Bolivia

 

Artículo recibido el 15 de febrero 2023 | Arbitrado el 10 marzo 2023 | Aceptado el 13 de abril 2023 | Publicado el 01 de julio 2023

 

https://doi.org/10.61287/propuestaseducativas.v5i10.2

 

RESUMEN

 

 La presente investigación tuvo como objetivo analizar la vinculación entre el Clima familiar y la inteligencia emocional en estudiantes de secundaria 1° A y 1° B de la Unidad Educativa Particular Técnico Humanístico Ebenezer en la gestión 2022; para lo cual, la metodología aplicada fue bajo el paradigma cuantitativo, su diseño no experimental transversal. La muestra estuvo constituida por 57 varones y 27 mujeres haciendo un total de 84 estudiantes con edades entre 11 a 13 años. La técnica de recolección de la información fue la encuesta y el instrumento cuestionario; para lo que se empleó la escala de Clima Social Familiar (FES) de Moos (1984) y el Inventario de Inteligencia Emocional para adolescentes de Bar-On y Parker (2018). Los resultados develaron que existe una relación positiva entre las variables clima familiar y la inteligencia emocional de la Unidad Educativa Privada Técnico Humanístico Ebenezer. Se concluyó que dentro de las familias se aprenden las primeras habilidades sociales y que la escuela funciona como complemento para el adecuado desarrollo de su emocionalidad de manera de garantizar una formación integral y de calidad.

Palabras clave: Clima Familiar; Clima Social Familiar; Inteligencia emocional; Emocionalidad; Educación

 

 

 ABSTRACT

 

 The objective of this research was to analyze the link between family climate and emotional intelligence in high school students 1st A and 1st B of the Ebenezer Humanistic Technical Private Educational Unit in the year 2022; for which, the applied methodology was under the quantitative paradigm, its cross-sectional non-experimental design. The sample consisted of 57 males and 27 females, making a total of 84 students aged between 11 and 13 years. The information collection technique was the survey and the questionnaire instrument; for which the Family Social Climate Scale (FES) by Moos (1984) and the Emotional Intelligence Inventory for adolescents by Bar-On and Parker (2018) were used. The results revealed that there is a positive relationship between the family climate variables and the emotional intelligence of the Ebenezer Humanistic Technical Private Educational Unit. It was concluded that within families the first social skills are learned and that the school works as a complement for the proper development of their emotionality in order to guarantee comprehensive and quality training.

Keywords: Family Climate; Family Social Climate; Emotional intelligence; Emotionality; Education

 

INTRODUCCIÓN

 

familia es una institución fundamental en la sociedad actual, pues tiene un papel importante en la formación de los niños y adolescentes. Según Suárez y Vélez (2018), es el pilar que sostiene el sistema de pensamiento de los jóvenes y les ayuda a desarrollar nuevas habilidades en su vida cotidiana. Por tanto, esta debe ser un espacio donde se fomenten valores como el respeto, la tolerancia y el apoyo mutuo. Además, es fundamental que los padres y cuidadores estén atentos a las necesidades de sus hijos para poder brindarles una educación adecuada. En definitiva, la familia es una institución clave en la sociedad y su papel en la formación de los niños y adolescentes es esencial. Es importante fomentar valores positivos y estar atentos a las necesidades de los jóvenes para asegurar su bienestar y desarrollo integral a través de los lazos familiares.

Como resultado de estos lazos familiares, se llegan a evidenciar ciertos comportamientos por parte de los hijos que en muchos casos revela el accionar íntimo de los padres de familia; por este motivo, los autores señalan que la familia tiene que mantenerse firme, es necesario crear un clima familiar adecuado para niños y adolescentes y así ellos logren desarrollar actitudes y aprendizajes dentro del entorno familiar, y puedan desenvolverse con éxito con miembros ajenos a su familia y ser emocionalmente inteligentes. Promover valores positivos y estar atento a las necesidades de los jóvenes es crucial para su bienestar y desarrollo integral. La familia juega un papel importante en la formación del comportamiento y las acciones de los niños, actuando a menudo como un espejo de las acciones íntimas de los padres. Por lo tanto, es fundamental que las estas establezcan una base sólida y creen un entorno propicio para que los niños, niñas y adolescentes desarrollen actitudes positivas y adquieran las habilidades propias de la inteligencia emocional dentro del entorno familiar.

En torno a la inteligencia emocional es definida por autores como Salovey y Mayer (1990), Bar-On (1997) y Goleman (1995) como capacidad de reconocer las emociones propias y las de los demás, así como diferenciar entre ellas y utilizar la información para guiar lo pensamientos y acciones a la par de desarrollar habilidades como la empatía, la automotivación y destrezas sociales. En este sentido, lo elemental está en lo social donde la familia es el principal apoyo y ejemplo para el futuro de los hijos, pues ellos seguirán el modelo que los padres realizan y de acuerdo a lo que reciben en su clima familiar. Entendiendo este último de acuerdo a lo planteado por Álvarez-Bermúdez y Barreto-Trujillo (2020), quienes manifiestan que está constituida por el ambiente percibido e interpretado por los miembros que integran la familia, el cual ejerce influencia significativa en el desarrollo social, físico, afectivo, emocional e intelectual.

Clima Familiar

Adentrarse en el tema de clima familiar requiere comprender que la familia es el pilar fundamental de la sociedad, el cual está compuesto por un grupo de personas donde todos conviven y desarrollan costumbres, valores y principios. Estas costumbres se rigen por sus propias normas y leyes. Además, que la familia es el primer lugar de aprendizaje no solo académico sino también emocional y social, estos pueden tener lazos sanguíneos, legales o lazos por afinidad. Al respecto, el clima familiar es la unión de personas que desarrollan sentimientos de pertenencia través de sus relaciones y establecen vínculos de reciprocidad e independencia entre los integrantes de este grupo social (Mazo, Mejía, y Muñoz, 2019). Además, construyen compromisos interpersonales entre sus miembros y comparten un proyecto de vida. Minuchini (2004) considera que la familia es el contexto natural para crecer y recibir auxilio. Asimismo, la familia es un grupo natural, que en el curso del tiempo elabora sus pautas de interacción. Estas conforman la estructura familiar, que a su vez rige su funcionamiento, sus conductas y posibilita su interacción recíproca.

En este mismo orden de ideas, Zavala (2001) manifiesta que la casa y el colegio son parte de nuestro contexto de interrelación entre los estudiantes. La familia, por una parte, es la base del proceso de desarrollo en donde se determina si los hogares son positivos o negativos, de acuerdo a los niveles de comunicación, unión e interacción para conllevar a un entorno familiar y a la vez a un equilibrio emocional. Y la Organización Mundial de la Salud (OMS, 2003) afirma que “la familia es el entorno donde se establecen por primera vez el comportamiento y las decisiones en materia de salud y donde se originan la cultura, los valores y las normas sociales”. (p.1).

En torno a la estructura de la familia Minuchini (1986) la asume como el conjunto invisible de demandas funcionales que organizan los modos en que interactúan los integrantes de una familia, asumiéndola como un sistema que opera a través de pautas o normas transaccionales. Las transacciones repetidas establecen pautas acerca de qué forma, cuándo y con quién relacionarse, dichas pautas apuntalan el sistema. Asimismo, el autor señala que la familia tiene funciones y que tiene como propósitos dos objetivos: uno es interno vinculado a la protección psico-social de sus miembros y el otro es externo orientado a la acomodación a una cultura y la transmisión de esa cultura.

Así Romero, Sarquis y Zegers (1997), citado por (Zavala, 2001) manifiesta que una de las funciones más importantes de la familia es satisfacer las necesidades de sus miembros. Entendiendo que cada miembro de la familia tiene necesidades que debe satisfacer y que son muy importantes para su calidad de vida y que el hogar es el primer lugar donde los niños aprenden a satisfacer estas necesidades, lo que favorecerá su futura integración en el medio ambiente y la sociedad. En este sentido, cada función que tienen las personas cumple un papel fundamental, dentro de estas funciones el autor menciona: la función económica, biológica, educativa, psicológica, afectiva, social y la ética y moral, que transmite los valores necesarios para vivir y desarrollarse en armonía con los demás.

Además de la estructura y función de la familia también es oportuno hacer referencia a los tipos de familia. Al respecto, Plazarte et al. (2021) señala cuatro tipos: 1. La familia nuclear o familia tradicional es la que se encuentra constituida por sus progenitores (padre, madre e hijos) que conviven bajo el mismo hogar, se le conoce también como elemental o básica. 2. Familia extensa, compleja, consanguínea o extendida: es aquella integrada por el padre, o la madre con hijos, más otras personas con parentesco, como los abuelos o los tíos; 3. Familia monoparental conformada por uno de los progenitores, el cual es el único de sus hijos y. 4. Familia mixta, que son productos separaciones o divorcio, con una nueva unión con otros cónyuges.

Dentro de cada una de estos tipos de familia existe lo que se conoce como clima familiar; el cual, es asumido por Zavala (2001) como el estado de bienestar producto de las interacciones que se dan entre los miembros de la misma. Dicho estado refleja el grado de comunicación, cohesión, interacción, conflicto y organización con que cuenta la familia y el control que ejercen unos sobre otros. Mientras que para Vargas (2009) el clima familiar está vinculado con los intercambios relacionales que los padres desarrollan con los hijos en el hogar, estos pueden tener variaciones en cuanto a cantidad y calidad; entendiendo que el tipo de interacción familiar que establecen los individuos desde la infancia temprana influye en sus diferentes etapas de vida, posibilitando o dificultando las relaciones en los diferentes contextos: educativo, formativa, social y familiar.

Por lo tanto, cuando el clima familiar es favorable está definido por conductas de apoyo, validez y razonamiento. Los cuales influyen en su estado de ánimo colectivo y su estado de ánimo individual. Entonces se puede decir que el clima social familiar es como un ambiente, el cual es percibido por los miembros de la familia, así producen sentimientos, actitudes, normas y maneras de comunicarse ya sea interpersonal o intrapersonal. Es así, como el clima familiar juega un papel importante porque su ajuste es psicosocial y los conceptos asociados al tema son variados. Porque desde este se aprecia las características socio-ambientales de todo tipo de familia y se evalúa y describe las relaciones interpersonales entre sus integrantes y sus particularidades en torno a su estructura básica.

clima familiar es evaluable o medible, una de los instrumentos más utilizados para ello es la Escala de Clima Social Familiar (FES) creada por Moos (1984), cuyo objetivo principal es el de evaluar y describir las características socioambientales de todo tipo de familias, las relaciones interpersonales entre los miembros de la familia, los aspectos de desarrollo que tienen mayor importancia en ella y su estructura básica. Tiene tres dimensiones con sus respectivas subescalas, los cuales son:

1. La dimensión de relación que evalúa el grado de comunicación y expresión dentro de la familia y el grado de conflictos existente en ella. Está compuesta por la cohesión, la expresividad y el conflicto. 2. La dimensión de desarrollo que evalúa la importancia al interior de la familia y sus procesos de desarrollo personal que pueden ser fomentados o no por la cotidianidad y la vida en común. Está constituida por la autonomía, la actuación, lo intelectual cultural, lo social recreativo, la moralidad y la religiosidad y 4. La dimensión de estabilidad, que ofrece información sobre la estructura y organización familiar y el grado de gestión y control que ejerce cada miembro de la familia, está conformada por la organización y el control.

Inteligencia emocional

Hablar de inteligencia emocional, lo define Jiménez (2020) como la capacidad de motivarse uno mismo lo que implica fundamentalmente subordinarse a uno mismo para la consecución de unos objetivos y unos logros. Tiene que ver con la suficiencia de demorar la gratificación y sofocar la propia impulsividad implica hacer referencia al concepto de inteligencia, a la forma en que el cerebro puede desarrollarse en distintos momentos y lugares, a los tipos de inteligencia que los seres humanos pueden desarrollar que les permita mostrar sus habilidades y destrezas de manera individual. Para Vigotsky (1995) la inteligencia es el resultado de la interacción histórico cultural, que puede ser modificada a través de la actividad, particularmente por el lenguaje. Mientras que para Piaget (1969) es la capacidad de mantener una constante adaptación de los esquemas del sujeto al mundo que lo rodea. Dichos esquemas son las representaciones que posee o construye cada individuo de acuerdo a su entorno.

Al respecto, Gardner (1999) manifiesta que la inteligencia es la capacidad de resolver problemas o elaborar productos valiosos para un determinado contexto; asimismo, el autor hace referencia a que existen ocho tipos de inteligencia y que cada individuo desarrolla una más que otra: 1. Inteligencia lingüística relacionada con las habilidades del lenguaje tanto verbal como escrito. 2. La inteligencia lógico-matemática está relacionada a la forma de manejar números, relaciones, patrones lógicos de manera eficaz y otras funciones y abstracciones de este tipo; 3. La inteligencia espacial está orientada a la habilidad de apreciar con precisión la imagen tanto visual como espacial, de representar gráficamente las ideas, el color, la línea, la forma, la figura. 4. La Inteligencia Musical, tiene como capacidad percibir, distinguir, transformar y expresar el ritmo, timbre y tono de los sonidos musicales; 5. Inteligencia Corporal y cinestésica, es la habilidad de utilizar el propio cuerpo para expresar ideas y sentimientos, y sus particularidades de coordinación, equilibrio, destreza, fuerza, flexibilidad y velocidad, así como psicomotrices y táctiles; 6. inteligencia intrapersonal, está relacionada con la habilidad de la introspección, de cuidar la autoimagen, la autodisciplina, la comprensión y el amor propio; 7. Inteligencia intrapersonal, es la capacidad introspección y de accionar en coherencia sobre la base de este conocimiento, de tener una autoimagen acertada, autodisciplina, comprensión y amor propio y la 8. Inteligencia Interpersonal se vincula con la posibilidad de distinguir, percibir y respetar los estados anímicos y emocionales de los demás.

Estas dos últimas es lo que Salovey y Mayer (1990) y Goleman (1995) ya había denominado inteligencia emocional y la había percibido con dos variantes la primera el desarrollo de competencias intrapersonales y la segunda las competencias interpersonales, dando prioridad a la inteligencia intra, entendiendo que para conocer y regular las emociones de los demás, primero hay conocer y estar bien consigo mismo. Lo que coincide con el pensamiento de Bar-On (1997) quien, afirma que la inteligencia emocional es el conjunto de habilidades intra e interpersonales no cognitivas que influyen en el éxito y en la capacidad de adaptación al entorno: lo intrapersonal. Que luego Bar-On y Parker (2018) la asumen como el conjunto de capacidades personales, emocionales y sociales que influyen en la manera de adaptarse y hacer frente a las demandas y presiones del entorno.

El modelo de inteligencia emocional de Bar-On (1997) y que luego fue adaptado para adolescentes por Bar-On y Parker (2018) propone el uso del inventario emocional, que abarca aspectos emocionales tanto individuales como sociales. Lo que implica desarrollar cinco aspectos: 1. Lo intrapersonal que está orientado a la autocomprensión emocional, asertividad, autoconcepto, autorrealización e independencia; 2. Lo interpersonal que está destilando a las habilidades sociales; tales como la empatía, responsabilidad social, relaciones interpersonales y el control de los impulsos; 3. Manejo del estrés, que hace referencia a la habilidad de tolerar, controlar y gestionar los diferentes estresores y la gestión adecuada de los impulsos. 4. Adaptabilidad relacionado con la habilidad para resolución de conflictos, la negociación, la toma de decisiones, la comprensión y aceptación de la realidad y la flexibilidad; y la 5. Estado de ánimo que hace referencia a la habilidad de mantenerse motivado, optimista y feliz ante las diferentes situaciones de la cotidianidad.

De acuerdo con el enfoque del autor, la evaluación de la inteligencia emocional puede ayudar a las personas a identificar sus fortalezas y debilidades en el ámbito emocional. Esto puede ser especialmente útil para aquellos que buscan mejorar su capacidad para manejar situaciones estresantes o conflictivas en su vida personal o profesional. El EQ-i se enfoca en cinco áreas ya mencionadas que al evaluarlas se puede proporcionar un análisis detallado de la forma en que un individuo maneja sus emociones y cómo interactúa con los demás. En definitiva, el EQ-i puede ser una herramienta valiosa para cuando se quiere trabajar en mejorar u optimizar la inteligencia emocional y la capacidad para relacionarse con los demás de manera efectiva.

Con todo lo mencionado, el presente estudio tuvo como propósito analizar la vinculación entre el clima familiar y la inteligencia emocional en estudiantes de secundaria 1° A y 1° B de la Unidad Educativa Particular Técnico Humanístico Ebenezer en la gestión 2022; para lo cual, se revisó las teorías que sustentan ambas variables, se establecieron y aplicaron lo instrumentos de medición para su posterior análisis y discusión. Entendiendo que es vital rescatar la importancia de comprender el vínculo entre el clima familiar y la inteligencia emocional en estudiantes de secundaria; partiendo del hecho que el entorno familiar juega un papel crucial en la formación del desarrollo emocional de niño y adolescentes y que esto tiene un impacto directo en su bienestar general y su capacidad para desenvolverse socialmente.

MÉTODO

Esta investigación se desarrolló bajo el paradigma cuantitativo; ya que de acuerdo a lo planteado por Hernández, Fernández y Baptista (2008) son investigaciones en los que se recolecta datos numéricos y se analizan para buscar explicar y verificar teorías identificando causas reales como es el clima familiar y la inteligencia emocional en el contexto de estudio. El diseño es no experimental, puede definirse como “la investigación que se realiza sin manipular deliberadamente variables” (pág. 152), y es transversal definida por el mismo autor como aquello estudios en los que se recolectan datos en un solo momento, en un tiempo único, su propósito es describir variables y su incidencia de interrelación en un momento dado; ya que, los casos van de acuerdo con la realidad y sin ninguna manipulación intencional de las variables. Asimismo, este estudio es de tipo no correlacional asumida por el autor como aquellas que buscan hallar la relación entre las variables determinadas, sean estas positivas o negativas tal y como trabajó en este estudio.

En cuanto a la muestra se constituyó por la totalidad de la población de primer grado


(1° A y 1° B) del nivel secundario de la Unidad Educativa Particular Técnico Humanístico Ebenezer, la misma estuvo conformado por 57 varones y 27 mujeres haciendo un total de 84 los cuales oscilan entre las edades de 11 a 13 años. La técnica de recolección de la información fue la encuesta tipo cuestionario, para lo que, se trabajó con la escala de Clima Social Familiar (FES) creada por Moos (1984) y el Inventario de Inteligencia Emocional para adolescentes de Bar-On y Parker (2018).

Para la recolección de la información se aplicaron los instrumentos mencionados en momentos distinto, luego se dio paso a la tabulación de los datos recolectados de los 2 cursos paralelos para su posterior procesamiento en los programas de SPSS, Microsoft Office Excel y Microsoft Word con la intención de obtener los datos estadísticos con una mejor comprensión para su posterior análisis. Para la coeficiente e correlación se utilizará la de Pearson:

Dónde:

 

N = Número de valores o elementos

Σxy = la suma de los productos de las puntuaciones emparejadas

Σx = la suma de puntuaciones x

Σy = la suma de puntuaciones y

Σx2 = Suma de cuadrados Puntuación x

Σy2 = Suma de cuadrados Puntuación y

RESULTADOS

Relación entre clima familiar y la inteligencia emocional Vinculación entre clima familiar y la inteligencia emocional

En este apartado se presentan los resultados obtenidos de cada uno de los instrumentos que fueron aplicados en la investigación, los cuales exploran el Clima Social Familiar (FES) creado por Moos (1984) y el Inventario de Inteligencia Emocional desarrollado para adolescentes por Bar-On y Parker (2018). Ambos instrumentos ayudaron a alcanzar el objetivo planteado; el cual fue determinar la vinculación entre el clima familiar y la inteligencia emocional en estudiantes de secundaria de la Unidad Educativa Privada Técnico Humanístico Ebenezer en la gestión 2022. Los resultados obtenidos de la aplicación del FES se presentan en la tabla 1.

Tabla 1. Clima familiar según edad y género

 

Variable

 

 

 

 

 

 

 

Genero

 

 

Escala

11

años

12

años

13

años

Total

F

%

M

%

Total

 

Deficitaria

0

6

3

9

2

14.0

7

14.0

9

Clima social familiar

Mala

4

25

8

37

17

40.0

20

40.0

37

 

Promedio

1

19

6

26

11

30.0

15

30.0

26

 

Tiende a buena

0

10

2

12

4

16.0

8

16.0

12

 

Buena

0

0

0

0

0

0

0

0

0

 

 

 

Total

 

 

 

Total

 

 

84

 

Fuente: Ban-or y Parker (2018) Inventario de inteligencia emocional. Nota: El análisis expresa la frecuencia de un total de 84 participantes.

 


En la tabla 1 puede observarse que de 84 personas encuestadas equivalente al 100% de la población Los resultados referentes al clima familiar según edades son las siguientes: en cuanto a los estudiantes de 11 años se manifiesta que: 4 de se encuentran en una calificación de malo, 1 en promedio, 0 en déficit, 0 tienden a buena y 0 en bueno; en la edad de 12 años se aprecia que 25 estudiantes se encuentran en un nivel malo, 19 en promedio, 10 manifiestan déficit, 6 tienden a buena y 0 en bueno; en edades de 13 años se aprecia que 8 estudiantes se encuentran en un nivel malo, 6 promedio, 3 muestran déficit, 2 tienden a buena y 0 en bueno.

En la tabla 1 se puede evidenciar una clara diferencia entre varones y mujeres, por ejemplo: un 14% de los varones percibe a su clima familiar como deficitario, en comparación con un 5.9 % de las damas que tienen la misma percepción, esta diferencia puede deberse a las

particularidades inherentes al género, en la que se evidencia que un varón se caracteriza por sus “limitaciones” al momento de externalizar sus ansiedades, temores, angustias o demandas emergentes de la dinámica relacional entre la pareja, los hijos o su entorno laboral; al respecto, Guerrero (2005, citado por Méndez 2021) precisó que los varones, “para demostrar su hombría”, se muestran fuertes y no hablan de sus sentimientos; por tal razón, no reciben una atención adecuada, sin embargo camuflan esos sentimientos transformando en diferentes actividades.

En relación al Inventario de Inteligencia Emocional los resultados se presentan en la tabla 2.

 

Tabla 2. Correlación entre clima familiar y la inteligencia emocional

 

Variable

 

 

 

 

 

 

Genero

 

 

Escala

11

años

12

años

13

años

Total

F

%

M

%

Total

 

Muy Bajo IE: 60 a 95

2

12

3

17

8

10

10

12

17

Inteligencia emocional

Bajo IE:  96 a 131

0

22

7

29

8

10

10

12

29

Media IE: 132 a 167

2

19

8

29

13

15

15

18

29

 

Alto IE: 168 a 203

1

5

1

7

5

6

6

7

7

 

Muy Alto IE: 204 a 240

0

2

0

2

0

0

0

0

2

 

 

 

Total

 

84

 

Total

 

 

84

 

Fuente: Ban-or y Parker (2018) Inventario de inteligencia emocional

 


En la tabla 2 puede observarse que de 84 personas encuestadas equivalente al 100% de la población Los resultados referentes a la variable edades son las siguientes: los estudiantes que tienen 12 años de edad se encuentran con un elevado número de estudiantes que mencionan tener un bajo nivel de inteligencia emocional con un total de 22; sin embargo 19 de la misma edad manifestaron tener un nivel medio en este aspecto. Haciendo notar en la tabla 2 que en ambas categorías entre los niveles bajo y medio existe un total igualitario de un 29% el cual nos indica que existe complemento que amortigua el bajo nivel de inteligencia emocional y esto puede deberse a la Unidad Educativa ya que posee principios y valores establecidos los cuales pueden ser la influencia a que se mantenga un equilibrio.

En torno al género la tabla refiere que 21 estudiantes del género masculino son los que tienden a tener un bajo promedio en inteligencia emocional y que del sexo femenino 13 son las que poseen un promedio de media en inteligencia emocional. Es decir que los varones tienden a tener un nivel bajo en esta categoría; sin embargo, el total entre las edades de 11, 12 y 13 años demuestran que existe una similitud con un 29% entre ambos géneros.

Una vez obtenidos los resultados de ambas variables se desarrolló la correlación los cuales se presentan en la tabla 3. Esta indica el grado de asociación entre las dos variables, según el sentido de la relación de estas en términos de aumento o disminución.

 

Tabla 2. Correlación entre clima familiar y la inteligencia emocional

 

Variables

Inteligencia emocional

Clima social familiar

Inteligencia emocional

Correlación de Pearson

1

,513**

 

N

84

84

Clima social familiar

Correlación de Pearson

,513**

1

 

N

84

84

Nota: La correlación es significativa al nivel 0,01 (bilateral)

Fuente: Correlación entre clima familiar y la inteligencia emocional (2023)

 


esta correlación se observa en la tabla 3 los puntajes obtenidos donde r= ,513** el cual indica que existe una correlación positiva moderada entre las variables de estudio que son el clima familiar y la inteligencia emocional. Este dato manifiesta que existe una correlación positiva, entre estas dos variables, manifestando que, si una variable sube, la otra de igual manera. A mayor desarrollo del clima familiar, mejor optimización de la inteligencia emocional.

Con base a los resultados presentados, se identificaron ciertas recomendaciones que podrían ser implementadas en instituciones académicas para fomentar el desarrollo de la inteligencia emocional de niños y adolescentes. En primer lugar, se sugiere que se implementen actividades de gabinete psicológico dentro de las escuelas, entendido estos de acuerdo a lo planteado por Limachi (2021) como espacios que buscan brindar apoyo en distintas áreas que generen un antes y un después en el individuo a través del uso de diversas herramientas y actividades que propicien la participación y el desarrollo de la persona, con pruebas de

diferentes tipos; tales como personalidad, intereses y aptitudes y fichas de trabajo.

En segundo lugar, se recomienda desarrollar actividades extracurriculares que den importancia al valor de la salud mental, entendiendo que la esta constituye un es un aspecto fundamental que debe ser tomado en cuenta en la vida de cualquier persona, y en especial de los estudiantes. Por esta razón, es importante que las instituciones educativas desarrollen actividades extracurriculares que promuevan su cuidado con el fin de generar conciencia sobre el tema y fomentar prácticas saludables en los estudiantes. En este sentido, se podrían organizar charlas y talleres orientadas a estos tópicos, tal y como señala Limachi (2021) al proponer actividades de difusión que tengan como propósito educar sobre temas vinculados a desarrollo personal del estudiante; asimismo, se pueden realizar actividades físicas y deportivas que fomenten el bienestar emocional.

En tercer lugar, se exhorta a la escuela a capacitar a todos los docentes a trabajar en temas como clima familiar e inteligencia para que puedan trabajar con los estudiantes a su cargo de manera más focalizada y brindarles herramientas para mejorar su bienestar emocional. En resumen, la implementación de estas recomendaciones podría contribuir significativamente a mejorar la salud mental de los estudiantes y fomentar una dinámica familiar más saludable desde las instituciones académicas. Y en cuarto lugar y quizás el más importante, se propone a las instituciones educativas la capacitación de los docentes en temas relacionados tanto con clima familiar como de inteligencia emocional, tal y como lo propone Bisquerra (2010) en su modelo educación emocional para que puedan trabajar con los estudiantes de manera más focalizada y brindarles herramientas para mejorar su bienestar emocional. Con estas medidas, se espera que se pueda mejorar la salud mental de los estudiantes y fomentar una dinámica familiar más saludable desde las instituciones académicas.

DISCUSIÓN

Después de haber analizado e interpretado los resultados obtenidos por cada variable se determinó que existe una relación positiva entre las variables clima familiar y la inteligencia emocional de la Unidad Educativa Privada Técnico Humanístico Ebenezer; ya que los estudiantes de 1° A y 1° B se encontraban en una edad de transición y están en procesos de cambios conductuales y cambios físicos, además están ingresando a tener crisis existenciales con respecto a su identidad así como menciona Erikson (1987) Vigotsky (1984). Asimismo, se debe recalcar que la población estudiada tiene un nivel promedio en su clima familiar y un nivel de media en inteligencia emocional. Es decir, que los estudiantes de 1° A y 1° B del nivel secundario de la institución contexto de estudio tienen un buen clima familiar y un moderado nivel de inteligencia emocional. Esto quiere decir que existe una correlación positiva entre el clima familiar y la inteligencia emocional donde r=.513**, siendo que, a mayor clima familiar, mayor inteligencia emocional. Con lo que, se puede deducir en los factores de estabilidad y la inteligencia emocional que, si existe una relación significativa, aunque no como mucha predominancia; sin embargo, está se encuentra en un nivel promedio con un puntaje estadístico de r=578, el cual arroja a un 70% de confiabilidad. Y nos hace saber que la correlación es positiva; es decir, se vinculan ambas variables.

De acuerdo a los resultados obtenidos, se puede deducir, como ya se ha mencionado, que a mejor clima familiar mayor inteligencia emocional y a los diferentes postulados que sustenta teóricamente estas variables se puede afirmar incluso que a mayor desarrollo de inteligencia emocional mejor clima familiar. La optimización de la inteligencia emocional está orientado según Goleman (1995) al del autoconocimiento, la gestión emocional, la automotivación, la empatía y las habilidades sociales y mientras que Bar-On (1997) está destinado a desarrollar habilidades intra e interpersonales considerando aspectos como la empatía, la adaptabilidad y estados anímicos, habilidades muy adecuadas para el desarrollo de buen clima familiar, que de acuerdo a lo planteado por Moos (1984) debe estar orientado a la cohesión, la expresividad, resolución adecuada de problemas, autonomía de sus miembros, buenas relaciones entre sus integrantes y fuera de ella (lo social recreativo), organización y control. En este sentido, pareciera que hay un juego cíclico entre estas variables.

En este juego, el binomio familia-escuela es de suma importancia; ya que en la a actualidad, la educación emocional se ha convertido en un tema de gran importancia en la sociedad. La familia y la escuela juegan un papel fundamental en este proceso, ya que ambos deben trabajar juntos para asegurarse de que los estudiantes desarrollen habilidades emocionales esenciales para la vida. Esto es lo que se conoce como alfabetización emocional, un concepto acuñado por Goleman (1995) Las instituciones educativas deben ser el motor de la sociedad y promover la educación emocional para garantizar que los estudiantes adquieran las habilidades necesarias para ser adultos responsables y para tener familias saludables y armoniosas en el futuro. De hecho, mientras más estudiantes educados emocionalmente tengamos, mejores serán las futuras generaciones.

Al respecto, Bisquerra (2010) afirma que la educación emocional debe ser incluida tanto en los sistemas formales como no formales, lo que contribuirá al desarrollo de las competencias de clima familiar señaladas por Moos (1984). Por lo tanto, es esencial que tanto la familia como la escuela trabajen juntos para fomentar el desarrollo emocional de los estudiantes y así lograr un ambiente familiar más armónico y saludable. Evidentemente este planteamiento, no puede dejar de lado que la familia es el grupo primario de pertenencia de cualquier persona y que está ligada a los procesos de transformación de la cultura. En este sentido, Ruiz (2010) manifiesta que la familia es para cada individuo un sistema de participación, en el que están expuestos a exigencias y a un contexto en que se expresan y se identifican las emociones y en el que se producen las primeras relaciones sociales, que les conducirán en la manera de vincularse dentro y fuera de ella.

A tal efecto, es vital que tanto la familia como la escuela trabajen juntos para fomentar el desarrollo emocional de los estudiantes, lo que contribuirá a crear un ambiente familiar más armónico y saludable. La familia es el grupo primario de pertenencia de cualquier individuo y está ligada a los diferentes procesos de transformación de la cultura. Por ello, es importante que se produzca una


vinculación entre la familia y la escuela para favorecer el proceso de alfabetización emocional de los estudiantes. El desarrollo emocional es un aspecto crucial del crecimiento de niños y adolescentes; ya que, da forma a su capacidad para comprender y expresar sus emociones de manera efectiva. La familia juega un papel importante en este desarrollo debido a que es el grupo principal al que pertenece cada individuo. Es dentro de esta que aprenden primero sobre las emociones, cómo manejarlas y cómo construir relaciones significativas.

La participación de las familias en el proceso educativo es esencial para lograr una continua y constante formación de los estudiantes, lo que permitirá conseguir un mejor clima familiar y un mejor desarrollo emocional. En definitiva, la educación emocional es un tema que debe ser abordado de manera integral y en conjunto entre la familia y la escuela para lograr una formación completa y efectiva de los estudiantes; porque esta juega un papel crucial en su desarrollo integral debido a que la optimización de habilidades sociales y emocionales, como la autoconciencia, la autorregulación, la empatía y la construcción de relaciones saludables. Estas habilidades no solo son beneficiosas para el éxito académico, sino también para fomentar la salud mental positiva y el bienestar general.

CONCLUSIONES

En definitiva la familia es el núcleo principal de cualquier persona; en el que, aprende sus primeras habilidades sociales y que la escuela funciona en este punto como complemento para el adecuado desarrollo de su emocionalidad de manera de garantizar una formación integral y de calidad; por ello, temas como el clima familiar e inteligencia emocional deben ser abordados desde el binomio familia-escuela con la intención de desarrollar en los estudiantes habilidades propias de cada una que les permitan devolverse mejorar en cualquier contexto de su cotidianidad. La familia juega un papel crucial en la configuración del desarrollo social y emocional de un individuo. Un niño aprende habilidades sociales esenciales e inteligencia emocional dentro del entorno familiar. Es dentro de la familia que aprenden a comunicarse, formar relaciones, expresar emociones y regular sus propias respuestas emocionales.

Sin embargo, la familia por sí sola no puede ser la única responsable del desarrollo completo de la inteligencia emocional de la persona. Aquí es donde entran en juego otros factores, como las instituciones educativas y las relaciones entre los pare; si bien la familia proporciona las condiciones para el clima familiar y la base de la inteligencia emocional, es a través de las interacciones con sus compañeros que los estudiantes aprenden a navegar por la


dinámica social y desarrollan competencias como la empatía, la negociación, el asertividad, entre otras habilidades sociales. Las relaciones entre pares exponen al individuo a diferentes perspectivas, ayudándolos a comprender y adaptarse a diversas emociones y necesidades.

Estas interacciones también brindan oportunidades para la práctica de la regulación emocional y la resolución de conflictos, habilidades que son esenciales para interacciones familiares saludables.

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